domingo, 15 de julio de 2012

En nuestra vida hay momentos de espera. Esos momentos que pasas en una estación de tren cualquiera... observando al resto de gente que hay... sumida en su ir y venir... entrando a un tren... saliendo de otro...
Te detienes a observar al vagabundo, junto a la puerta de la estación, pidiendo limosna para quién sabe qué necesidades... 
Está nublado... a ratos sale el sol... pero la chica rubia que tienes al lado no se pone las gafas de sol que lleva pendidas en su top estampado... probablemente porque le da pereza sacar sus manos de los bolsillos de sus shorts vaqueros... y menea la cabeza al compás de una canción que escucha con sus cascos...
De repente, un hombre de avanzada edad y con bigote que lleva traje y mocasines nuevos se sienta junto a ti a leer el periódico del día mientras saborea en su boca un caramelo de menta... los has visto sobresalir del bolsillo de su americana...
Entonces, oyes el familiar sonido del temblor de las vías... recorres por ellas la mirada... y ves llegar tu tren... te levantas y te acercas al borde del andén... El tren se detiene y esperas a que la gente que espera en sus puertas salga, para entrar tú después...
En nuestra vida hay momentos de espera... personas de todo tipo con las que conviviremos... momentos en los que debamos tomar decisiones, fáciles o difíciles, importantes o más irrelevantes... la vida es esperar y tomar decisiones que te mueven de un sitio a otro...

... en tren... 


No hay comentarios:

Publicar un comentario