jueves, 26 de julio de 2012

Coge un espejo y observa atentamente tu reflejo. Puede que te guste... puede que no... Pero date cuenta de que eres tú... Y no deberías necesitar un espejo para saberlo. El espejo solo te ayudará a encontrarte... encontrar tu pensar... encontrar tu sentir... encontrar tu lugar... encontrar tu tiempo... encontrar tu persona... Y para encontrar todas esas cosas, posees la vida que se te ha regalado por amor. Cuando las encuentres, encontrarás los secretos de la vida... y para entenderla deberás vivirla en base a lo que has encontrado... tu meta es dar más vida...
Nunca olvides lo que encontraste en el espejo... porque llegará un momento en el que deberás entregarlo... Lo romperás y repartirás los pedazos entre otros reflejos sin esperar ninguno a cambio. 
Pero no cometas el error de darlo todo. Por muy pequeño que sea... quédate con un pedazo de tu propio espejo... Porque eres humano... y para escuchar y querer a los demás... debes escucharte y quererte a ti mismo primero...

Advertencia: los trozos de cristal pueden clavarse... y hacer daño... mucho daño...



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