domingo, 14 de octubre de 2012

Vivir es difícil. Pero nacemos para ello y por esa misma razón debemos estar capacitados para afrontar las dificultades que se nos presentan. No nacemos para morir... eso es muy sencillo... estamos hechos para hacer cosas grandes. 
A veces podemos sentir esa horrible sensación de impotencia que nos hace pensar que somos pequeños... nos encoge la autoestima... y podemos llegar a cometer la locura de pensar que somos alguien malvado que no merece perdón... por cualquier cosa que hayamos hecho... No debes pensar tal cosa... por las siguientes cuestiones:
1. Eres maravilloso. No eres malvado, eres bueno. Pero eres ser humano, y como tal, tienes una serie de defectos que te hacen cometer errores a lo largo de tu vida. A veces te percatas de ello y en ese caso, o te torturarás por lo que has hecho o intentarás rectificar... y tú debes saber cuál de las dos opciones te hará feliz. Otras veces no te percatas de aquello que has hecho mal... pero habrá personas que te advertirán. En este otro caso también tienes dos opciones: escuchar porque esas personas te importan... o ignorar lo que digan y hacer como si no ha pasado nada... Lo que más feliz te haga... Y recuerda que tu elección determinará tu personalidad y te ayudará a conocerte mejor. 
2. Eres maravilloso, fuerte, con una energía tal que eres capaz casi de volar... Pero eres ser humano, y para conseguir todas esas cosas necesitas no solo tu propio apoyo... también el de los demás. Si crees que no sirves para nada y que nunca conseguirás nada de lo que te propongas, el problema principal radica ahí... Si no te quieres a ti primero, no puedes querer a las personas y en consecuencia, las personas tampoco te querrán. Recuerda siempre, que la vida es como una máquina. Todas las piezas que conforman esta máquina son necesarias para el funcionamiento de la misma, y siempre habrá un número exacto de piezas... ni una más, ni una menos... no sobra ninguna y ninguna falta... Tú eres una de esas piezas y eres tan importante como las demás. Cuenta esta anécdota a todas las personas que quieras, conócelas, vive experiencias nuevas con ellas... y quiérelas... entonces, ellas también te querrán... Siempre vas a necesitar a alguien que te ayude a trepar a los árboles, a alguien que te enseñe a no tener miedo a nada... porque la base de muchas cosas reside en las relaciones sociales y en esa cosa tan bonita que se llama amistad... y puede que algún día esa base se vea reforzada por un amor especial...
Vivir es difícil... cuando estás solo y no sabes a dónde ir... pero también necesitas vivir para conocer... y aprender a volar... Ten el valor de vivir y la ilusión de ser feliz... siempre... 




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