domingo, 6 de octubre de 2013
El día en el que la idiotez declaró su amor a la inteligencia yo dejé de ser una estúpida. En las historias de amor todo el mundo está perdido, hasta que llega el día en el que entienden cuál es su papel en ella. Hablaré de mi papel.
Si hubiese sido astuta en el pasado, sería un estorbo en el presente; probablemente, mi identidad se habría borrado de esta historia. Pero el ser tonta en el momento oportuno me ha proporcionado la inteligencia presente y, por tanto, un papel respetable e importante. Porque jamás dirías que lo mejor hubiese sido que te hubiese olvidado cuando tú quisiste que lo hiciera, amor; porque de no ser por eso, yo no tendría lugar en esta historia.
Tal vez pienses, que mi única intención es conseguir cierto propósito y que todas, o la mayoría de mis intervenciones son fruto de mi descontrolada idiotez. Bien, pues... abandoné ese propósito y aprendí a hospedar la sarna en mi piel... y por supuesto, todas mis intervenciones aquí, en esta historia, están meditadas y tienen un porqué que desconoces. Porque me he adaptado como el agua, pero he crecido como el fuego.
Dices que el sexo femenino te decepciona. Después de sufrir la enfermedad crónica, aprendí a convivir con ella e hice frente a ese aspecto que nos achacas, sin apenas esfuerzo. Pero la decepción no brota solamente en el sexo femenino; se le atribuye a la especie humana y, ello te incluye. No pretendo extraer tus faltas aquí; te quiero por todo lo que eres. Pero quiero que seas consciente de que no eres el único que controla la situación y que eres una de las piezas de otras historias, merced de otros.
Sé cuál es mi papel en esta historia. Lo gracioso es, que tú no lo sabías.
Si hubiese sido astuta en el pasado, sería un estorbo en el presente; probablemente, mi identidad se habría borrado de esta historia. Pero el ser tonta en el momento oportuno me ha proporcionado la inteligencia presente y, por tanto, un papel respetable e importante. Porque jamás dirías que lo mejor hubiese sido que te hubiese olvidado cuando tú quisiste que lo hiciera, amor; porque de no ser por eso, yo no tendría lugar en esta historia.
Tal vez pienses, que mi única intención es conseguir cierto propósito y que todas, o la mayoría de mis intervenciones son fruto de mi descontrolada idiotez. Bien, pues... abandoné ese propósito y aprendí a hospedar la sarna en mi piel... y por supuesto, todas mis intervenciones aquí, en esta historia, están meditadas y tienen un porqué que desconoces. Porque me he adaptado como el agua, pero he crecido como el fuego.
Dices que el sexo femenino te decepciona. Después de sufrir la enfermedad crónica, aprendí a convivir con ella e hice frente a ese aspecto que nos achacas, sin apenas esfuerzo. Pero la decepción no brota solamente en el sexo femenino; se le atribuye a la especie humana y, ello te incluye. No pretendo extraer tus faltas aquí; te quiero por todo lo que eres. Pero quiero que seas consciente de que no eres el único que controla la situación y que eres una de las piezas de otras historias, merced de otros.
Sé cuál es mi papel en esta historia. Lo gracioso es, que tú no lo sabías.
sábado, 28 de septiembre de 2013
Y simplemente escribo porque te quiero. Porque te quiero y quiero que entiendas por qué. Porque no soy capaz de entrar en el tren si tú no entras. Porque si tú no entras mi alma permanecerá fuera contigo y tu persona quedará siempre grabada en la roca de mi memoria. Quedará siempre grabada tu huella en mi playa. En mi playa, porque la arena es efecto de una enfermedad crónica. Una enfermedad crónica que hiciste brotar en mí como las alstroemerias blancas de otoño. De otoño estaba vestido el día en el que te conocí. Y te conocí solo porque el destino quiso jugar conmigo. Jugar conmigo con el fin de destruirme haciéndome creer que todo es posible en esta vida, que tú podrías coger dos trenes a la vez, que mi playa no tendría fronteras con la realidad y que jamás me vería a mí misma escribir esta parida. Estoy, sin embargo, escribiendo esta parida.
Escribiendo simplemente porque te quiero. Porque te quiero y quiero que entiendas por qué. Porque si quieres coger otro tren yo te seguiré. Te seguiré al fin del mundo. Al fin de mi mundo, donde mi playa no es playa, sino mera arena desparramada por lugares equivocados. Lugares equivocados que intentaré evitar con el fin de quererte de la forma en la que tú quieres que te quiera. La forma en la que tú me quieres es el firmamento bajo el cual he decidido moverme. Moverme porque por ti no permaneceré quieta en toda mi existencia. Porque en toda mi existencia he querido hacer feliz tanto a alguien. Hacerte feliz es mi ruta ahora.
Ahora simplemente escribo porque te quiero. Porque te quiero y por la impotencia que siento cuando pienso en ti y en tu felicidad. Has de saber que tu felicidad es la mía. Que mía es la sonrisa más sincera cuando te pienso feliz. Te pienso feliz cuando lo eres. Y cuando no lo eres te pienso como único motivo para que lo seas. Si para que lo seas hace falta un rayo de sol, yo iré a por él. Yo iré a la luna a escribir tu nombre el día en que me lo pidas. Porque si tú me lo pides te seguiré, permaneceré acurrucada en un oscuro rincón hasta que vuelvas, atrapada en el deseo de atravesar bosques, surcar cielo y mar, correr por todas las playas... para llegar a tu puerta y volver a empezar de cero. De ceros estoy llenando mi vacío para engañarme y poder aguantar la respiración, mantener el equilibrio en la cuerda floja; la cuerda floja en la que se ha convertido mi vida; la vida que sigo y seguiré arrastrando, como la vieja escoba barriendo el polvo. Pero hasta que no sea polvo en lo que se reduzcan mis huesos y mi vida desaparezca de esta vida como una canción improvisada continuaré incansablemente por mi ruta con el único fin de hacerte feliz. Hacerte feliz sin forzar las barreras con las que has tapiado tu entrada. Yo esperaré desde tu entrada a que salgas al balcón a recibir mis aviones de papel; aviones de papel en los que tendré que conformarme con escribirte. Escribirte simplemente porque te quiero.
sábado, 10 de agosto de 2013
Hoy quiero hablaros sobre la muerte. Es un tema que siempre me ha parecido delicado para tratar y difícil para entender. Y además, un tema que, a mí al menos, me inspira mucho respeto... y por supuesto, del que no se puede hablar muy a la ligera. Pero tal y como lo he hecho hasta ahora en todas las entradas de este blog, me gustaría compartir mi opinión con vosotros...
La vida es un regalo por sí sola. Todos hemos recibido regalos alguna vez. Cuando alguien nos regala algo, no me atreveré a decir que es lo primero que hacemos pero, valoramos lo material de ese regalo... Por ejemplo, una caja de bombones: Valoramos la caja, el chocolate. Pero este regalo tiene su "muerte" porque algún día la caja de bombones se acabará - probablemente estarás pensando que existen regalos que pueden durar mucho tiempo; pero para que el círculo invisible que hace funcionar al mundo así lo haga funcionar así, la obsolescencia programada se encarga de que nada material en este mundo dure para siempre... - Aplicando el ejemplo a la vida, llega un momento en el que se acaba... o en otras palabras: morimos.
Pero yo creo, y es una de las cosas que más me fascinan del ser humano, que en el momento en el que nos hacen un regalo no solo lo apreciamos de forma material; el hecho de que una persona nos haya hecho un regalo, sea cual sea, nos hace sentir que somos especiales para ella. Y no solo eso: el sentimiento que nos inspire el regalo también depende de la persona que nos lo haya hecho, por mal que suene. No es lo mismo un regalo hecho por mi mejor amigo que por mi padre. No voy a entrar en distinciones, estoy segura de que lo entendéis; el problema mayor es aplicar este simple ejemplo a la vida y la muerte...
Son muchas las personas que no son conscientes de que la vida es un regalo hecho con amor... y son esas mismas personas las que no la viven con intensidad... porque no la valoran como un regalo que pretende hacerlos sentir especiales. Y por si no ha quedado claro en las entradas anteriores, a partir de ahora, en el caso de que no te sientas así, quiero que tú - sí, tú - te sientas especial... y solo por existir... porque es motivo más que suficiente para que seas especial. Ahora bien... ¿nuestra existencia halla su fin en la muerte? Es libre pensar... Pero yo, desde mi punto de vista particular, diría que hay cosas mucho más fuertes que la muerte; cosas que la pueden superar y que no le permitirán extinguir la existencia por completo. Si se nos ha dado la vida con amor... ¿tiene algún sentido que este amor se pierda en una tumba... un ataúd? Es el amor quien nos hace seguir vivos, quien nos da un motivo para estar donde estamos... para ser especiales. Y es ese amor quien nos hace seguir vivos después de la muerte. Y te preguntarás... ¿Por qué...? ¿Quién nos hace ese regalo?
......................... No lo sé. Muchos solucionaron ese problema llamando Dios a ese ser. Pero aprovechando que no sabéis quién es... pensad que es la persona que más os quiere la que os ha dado los motivos para vivir y para ser especiales.
Después de todo esto, ¿qué es la muerte? Un motivo más por el que la vida es especial... Porque la finaliza... Y aunque no sepas quién es ese ser que te ha regalado la vida, piensa, que si no se acabara... no te lo podría volver a regalar... para seguir demostrándote lo especial que eres... Y puedo justificar el hecho de que se regalan muchas vidas diciendo que la vida de cada uno es diferente... esa vida que habitamos desde nuestro propio yo...
Por si no te ha servido nada de lo que haya dicho aquí... dame una segunda oportunidad. Si tuvieras que elegir entre morir y no nacer... ¿qué elegirías? Piénsalo bien... y te darás cuenta de que no nacemos para morir después... somos obra de algo tan grande que no podemos ni verlo... Amor... Y el día en que te vayas de este mundo ese amor seguirá arropándote... aunque no tengas cuerpo ni boca para contarlo.
La vida es un regalo por sí sola. Todos hemos recibido regalos alguna vez. Cuando alguien nos regala algo, no me atreveré a decir que es lo primero que hacemos pero, valoramos lo material de ese regalo... Por ejemplo, una caja de bombones: Valoramos la caja, el chocolate. Pero este regalo tiene su "muerte" porque algún día la caja de bombones se acabará - probablemente estarás pensando que existen regalos que pueden durar mucho tiempo; pero para que el círculo invisible que hace funcionar al mundo así lo haga funcionar así, la obsolescencia programada se encarga de que nada material en este mundo dure para siempre... - Aplicando el ejemplo a la vida, llega un momento en el que se acaba... o en otras palabras: morimos.
Pero yo creo, y es una de las cosas que más me fascinan del ser humano, que en el momento en el que nos hacen un regalo no solo lo apreciamos de forma material; el hecho de que una persona nos haya hecho un regalo, sea cual sea, nos hace sentir que somos especiales para ella. Y no solo eso: el sentimiento que nos inspire el regalo también depende de la persona que nos lo haya hecho, por mal que suene. No es lo mismo un regalo hecho por mi mejor amigo que por mi padre. No voy a entrar en distinciones, estoy segura de que lo entendéis; el problema mayor es aplicar este simple ejemplo a la vida y la muerte...
Son muchas las personas que no son conscientes de que la vida es un regalo hecho con amor... y son esas mismas personas las que no la viven con intensidad... porque no la valoran como un regalo que pretende hacerlos sentir especiales. Y por si no ha quedado claro en las entradas anteriores, a partir de ahora, en el caso de que no te sientas así, quiero que tú - sí, tú - te sientas especial... y solo por existir... porque es motivo más que suficiente para que seas especial. Ahora bien... ¿nuestra existencia halla su fin en la muerte? Es libre pensar... Pero yo, desde mi punto de vista particular, diría que hay cosas mucho más fuertes que la muerte; cosas que la pueden superar y que no le permitirán extinguir la existencia por completo. Si se nos ha dado la vida con amor... ¿tiene algún sentido que este amor se pierda en una tumba... un ataúd? Es el amor quien nos hace seguir vivos, quien nos da un motivo para estar donde estamos... para ser especiales. Y es ese amor quien nos hace seguir vivos después de la muerte. Y te preguntarás... ¿Por qué...? ¿Quién nos hace ese regalo?
......................... No lo sé. Muchos solucionaron ese problema llamando Dios a ese ser. Pero aprovechando que no sabéis quién es... pensad que es la persona que más os quiere la que os ha dado los motivos para vivir y para ser especiales.
Después de todo esto, ¿qué es la muerte? Un motivo más por el que la vida es especial... Porque la finaliza... Y aunque no sepas quién es ese ser que te ha regalado la vida, piensa, que si no se acabara... no te lo podría volver a regalar... para seguir demostrándote lo especial que eres... Y puedo justificar el hecho de que se regalan muchas vidas diciendo que la vida de cada uno es diferente... esa vida que habitamos desde nuestro propio yo...
Por si no te ha servido nada de lo que haya dicho aquí... dame una segunda oportunidad. Si tuvieras que elegir entre morir y no nacer... ¿qué elegirías? Piénsalo bien... y te darás cuenta de que no nacemos para morir después... somos obra de algo tan grande que no podemos ni verlo... Amor... Y el día en que te vayas de este mundo ese amor seguirá arropándote... aunque no tengas cuerpo ni boca para contarlo.
En referencia al accidente acontecido en el Paseo Nuevo de San Sebastián el día 7 de agosto a las 17:15 horas. Un amigo para conocer y recordar, Mikel Arzak.
La verdad, no sé cuál es la forma más apropiada o idónea de comenzar esta carta, pero sí de comenzar a contar lo que pretendo. Todo comienza con un sueño de futuro y el título de un libro: El Reino de los Olvidados.
El pasado día 6 de agosto, estaba hablando por whatsapp con mi mejor amigo y me comentó que su mejor amigo estaba interesado en que leyera un libro que había escrito para un concurso y en que le diera mi opinión.
Recibí entusiasmada el documento por correo electrónico. Yo ya estaba informada de que esta persona quería dedicarse a escribir; y supongo que, en gran parte, era esto lo que me inspiraba la emoción de leer una de sus primeras obras...
Mikel Arzak, el mejor amigo de mi mejor amigo... Me habían hablado maravillas de este chico y yo estaba deseando conocerlo. Nunca antes había hablado con él; así que pensé que aquel era el momento oportuno de hacerlo. Fue entonces cuando decidí mandarle un mensaje privado por tuenti para decirle que había recibido su libro y que volvería a escribirle dándole mi opinión tan pronto como lo terminara y si a él le parecía bien. Me respondió, contento de que le hubiese escrito, y me dijo que esperaría mi veredicto.
El Reino de los Olvidados. No prescindí de mucho tiempo para leerlo. Lo terminé ayer, rondando las 17:00 horas de la tarde. Entonces, me dispuse a escribirle de nuevo para compartir con él mi opinión. Esperaba que leyese mi mensaje pronto, porque además, mi mejor amigo prometió presentármelo en persona al día siguiente y quería que lo tuviese leído para entonces...
Lo último que yo esperaba, era recibir una llamada telefónica de mi mejor amigo, ese mismo día por la noche, diciéndome que "Arzak ha muerto". Sí... Arzak ha muerto, no es ninguna broma pesada... Sucedió ayer, 7 de agosto a las 17:15 horas de la tarde en el Paseo Nuevo de San Sebastián... mientras yo terminaba de leer su libro.
Ya habrán leído o visto en la televisión, queridos lectores, lo que sucedió ayer en San Sebastián con un joven de 20 años. Era el bueno de Arzak, quien como cualquiera de los amigos que lo acompañaban y todo el gentío que se encontraba en el Paseo Nuevo, no podía predecir la tragedia que estaba a punto de ocurrir.
No sé si está bien decirlo; lo cierto es que me da igual... pero creo, que nunca antes me había afectado tanto la muerte de una persona... conocida o desconocida. Añado eso último porque yo solo conocía a Arzak por lo que me habían contado sobre él.
Uno de los personajes del libro se llama Dinas, que como todos los demás, debe conformarse con lo que recuerda de su vida antes de su muerte. Antes de morir había participado en un concurso de escritura con un libro... pero murió antes de conocer el veredicto... No quepo en mí del asombro que me supone lo que se asemeja esta historia a la de Arzak, su escritor...
Pero lo que pretendo conseguir con esta carta no se reduce a recordar a este joven escritor. Quisiera hablar de su libro, el que habla sobre un mundo en el que acaban todos los muertos que nadie recuerda en vida; quisiera decir también que Arzak no está allí ahora... y nunca lo estará; que ninguno de nosotros lo olvidará; que su amistad y amor para con todos sus amigos y familiares perdurará por siempre en alguna página, alguna línea, alguna palabra que les escribió y les dedicó a ellos, no necesariamente con papel y tinta. Porque su historia, todo lo que compartió en vida,... no se ha ido. Está escrito en algún lugar al que, él sabía que, sus conocidos llaman hogar.
Fue la impotencia la que hizo que me lanzara a escribir todo esto... no sé si hago bien o mal... lo que sí sé es que Arzak no llegó a saber lo que yo opinaba sobre su libro... no recibió mi mensaje a tiempo... Tampoco llegó a presentar el libro en el concurso... Mi mejor amigo lo presentará por él y le escribirá una biografía... Yo solo puedo desearle toda la suerte de este mundo y la del otro; y terminar esta carta no con un adiós, porque esta separación no es eterna... algún día sus familiares y amigos podrán volver a verle... y yo podré conocerle al fin... suena muy religioso... pero es su libro quien me ha hecho estar segura de ello... Así que... ¡Hasta la vista, Arzak!
De: Uxue Ricón Ulanga Para: Mikel Arzak Giménez
ya lo he terminado jajjajaa... por si no era lo suficientemente rapida jajajja ;P
opinion general... simplemente... mencanta... tienes un estilo muy fluido... la historia no es ni muy lenta ni muy rapida... cosa ke mencanta... los libros en los ke meten descripciones por aki y por alla ralentizan la historia.... y si prescinden completamente d ello los escritores dan a conocer acontecimientos a punta pala y yo al menos me monto una telaraña y un ovillo de lana en la cabeza jaja... en ese sentido esta muy ekilibrado... y no solo transmites ese ekilibrio al ke lee... sino ke transmites lo seguro ke te encuentras ati mismo escribiendolo... un ejemplo claro son los fragmentos ke escribes en cursiva...
la idea es muy buena ademas... me gusto desde el principio... (prueba suficiente es lo ke he tardado en leerlo jajaja)
tienes talento jajja... el libro este no es muy largo pero da iwal... desde luego es mejor ke alguno d 1000 paginas ke tengo en mente ke intente leerme una vez... tu sigue asi... y pronto podras ambicionar proyectos mas grandes...
espero ke te vaya genial en el concurso... ya me diras ketal te ha ido... pero ami al menos me ha encantado... de verdad
un besooooo... nos vemoooosss :DDDDD
opinion general... simplemente... mencanta... tienes un estilo muy fluido... la historia no es ni muy lenta ni muy rapida... cosa ke mencanta... los libros en los ke meten descripciones por aki y por alla ralentizan la historia.... y si prescinden completamente d ello los escritores dan a conocer acontecimientos a punta pala y yo al menos me monto una telaraña y un ovillo de lana en la cabeza jaja... en ese sentido esta muy ekilibrado... y no solo transmites ese ekilibrio al ke lee... sino ke transmites lo seguro ke te encuentras ati mismo escribiendolo... un ejemplo claro son los fragmentos ke escribes en cursiva...
la idea es muy buena ademas... me gusto desde el principio... (prueba suficiente es lo ke he tardado en leerlo jajaja)
tienes talento jajja... el libro este no es muy largo pero da iwal... desde luego es mejor ke alguno d 1000 paginas ke tengo en mente ke intente leerme una vez... tu sigue asi... y pronto podras ambicionar proyectos mas grandes...
espero ke te vaya genial en el concurso... ya me diras ketal te ha ido... pero ami al menos me ha encantado... de verdad
un besooooo... nos vemoooosss :DDDDD
sábado, 27 de julio de 2013
La casa del tanque. Era un tanque oxidado y olvidado por el tiempo... Olvidado fue cuando la guerra terminó... Olvidado es ahora... Olvidados son los difuntos que en él vivieron... Olvidamos que alguien sacrificó su vida para que la vida misma fuera hermosa... Olvidamos que ese no era su propósito... ¿Tendría acaso propósito?... Olvidamos que sí... Olvidamos que una persona no olvida quién es... Por qué... De dónde viene... A dónde va... Qué es lo que quiere... Olvidamos que ellos lo querían olvidar... Olvidamos todo lo que no es nuestro...
Pero olvidemos que el hecho de olvidar es vergonzoso... Hacen falta personas que olviden las cosas que no has hecho bien... y que recuerden siempre todo lo bueno que eres... Que olviden el daño que un día te hicieron... Y que recuerden que siempre estarán dispuestos a luchar por ti... En lo bueno y en lo malo... Tal y como lo hicieron en la casa del tanque...
Pero olvidemos que el hecho de olvidar es vergonzoso... Hacen falta personas que olviden las cosas que no has hecho bien... y que recuerden siempre todo lo bueno que eres... Que olviden el daño que un día te hicieron... Y que recuerden que siempre estarán dispuestos a luchar por ti... En lo bueno y en lo malo... Tal y como lo hicieron en la casa del tanque...
miércoles, 24 de julio de 2013
Yo lo busqué... Soy soldado por eso...
Firmé un contrato en el que juré que no me guiaría por las estrellas ni por mi propia voluntad...
Que sería una pieza de ajedrez... un peón a merced de un rey que no sabría mi nombre... que desconociendo mi historia y mis circunstancias sería para él tan solo un número... un número sin valor... un juguete que, como todos, tiene principio y tiene fin...
Elegí ser soldado porque tenía miedo... Me asustaba la idea de que la contaminación ocultara las estrellas... que mis decisiones no fueran adecuadas ni justas...
Preferí que mi trabajo no consistiera ni en vivir ni en morir... Simplemente en sobrevivir movido por unos ideales que no eran míos... un deseo que no manaba de mis venas...
Y por eso el soldadito del cuento es de plomo... Porque los cuerpos sin alma no son lo que quieren... sino lo que otras almas quieren... Por eso le faltaba una pierna y no se desangraba... Por eso acabó en la hoguera... como las brujas de la Edad Media... Pero sin motivo ni causa... sin oponer resistencia....
Porque eso es precisamente lo que un soldado firma en su contrato... Que entregará su vida con indiferencia... Que será como un trozo de montaña que se desprende, cae y se detiene a merced de la gravedad... Como una gota de agua que cae en forma de nieve a merced del frío... Una canción con armadura pero vacía por dentro, a merced de la indiferencia... Porque un soldado no piensa... Es un brazo de la avaricia omnipresente...
Nada tiene sentido... Firmé que olvidaría mi ética... En las trincheras no hay sitio para la moral... Como los niños con ositos de peluche, nosotros dormimos con las ametralladoras con un pijama del color de la tierra... Los sueños se tienen despierto... y las pesadillas de la noche se hacen realidad... También tenemos vecinos... vecinos mutilados... Amigos locos y borrachos... Las bombas son nuestro despertador... el que nos arranca de nuestro lecho de barro para trabajar...
Los muertos son como desertores... Los desertores como muertos...
La ética no sirve de nada cuando te dan a elegir entre morir y matar... Debes desaparecer... Cambiar de identidad... Borrarla, en realidad... Y yo solo quería eso... Desaparecer...
¿Algo que eche de menos de mi vida? El hecho de saber que no lucho por algo que no me interesa... sino por la persona que más me importa...
Firmé un contrato en el que juré que no me guiaría por las estrellas ni por mi propia voluntad...
Que sería una pieza de ajedrez... un peón a merced de un rey que no sabría mi nombre... que desconociendo mi historia y mis circunstancias sería para él tan solo un número... un número sin valor... un juguete que, como todos, tiene principio y tiene fin...
Elegí ser soldado porque tenía miedo... Me asustaba la idea de que la contaminación ocultara las estrellas... que mis decisiones no fueran adecuadas ni justas...
Preferí que mi trabajo no consistiera ni en vivir ni en morir... Simplemente en sobrevivir movido por unos ideales que no eran míos... un deseo que no manaba de mis venas...
Y por eso el soldadito del cuento es de plomo... Porque los cuerpos sin alma no son lo que quieren... sino lo que otras almas quieren... Por eso le faltaba una pierna y no se desangraba... Por eso acabó en la hoguera... como las brujas de la Edad Media... Pero sin motivo ni causa... sin oponer resistencia....
Porque eso es precisamente lo que un soldado firma en su contrato... Que entregará su vida con indiferencia... Que será como un trozo de montaña que se desprende, cae y se detiene a merced de la gravedad... Como una gota de agua que cae en forma de nieve a merced del frío... Una canción con armadura pero vacía por dentro, a merced de la indiferencia... Porque un soldado no piensa... Es un brazo de la avaricia omnipresente...
Nada tiene sentido... Firmé que olvidaría mi ética... En las trincheras no hay sitio para la moral... Como los niños con ositos de peluche, nosotros dormimos con las ametralladoras con un pijama del color de la tierra... Los sueños se tienen despierto... y las pesadillas de la noche se hacen realidad... También tenemos vecinos... vecinos mutilados... Amigos locos y borrachos... Las bombas son nuestro despertador... el que nos arranca de nuestro lecho de barro para trabajar...
Los muertos son como desertores... Los desertores como muertos...
La ética no sirve de nada cuando te dan a elegir entre morir y matar... Debes desaparecer... Cambiar de identidad... Borrarla, en realidad... Y yo solo quería eso... Desaparecer...
¿Algo que eche de menos de mi vida? El hecho de saber que no lucho por algo que no me interesa... sino por la persona que más me importa...
sábado, 6 de abril de 2013
Decir que las cosas son así es decir que nos rendimos ante lo evidente. ¿Por qué no hacer cosas imposibles... cosas raras y sin sentido... aunque sea por una vez? Sabemos que el mundo es como es... y podemos sacar muchas teorías sobre ello... Nos volvemos locos intentando darle una explicación a la razón...
Creamos cosas inexplicables... cosas tan imposibles que no exista explicación... Seamos unos locos por un día... Nadie nos va a decir nada... Sal a la calle cantando tu canción favorita... Baila con el paraguas bajo la lluvia... Ríete de las piedras y de la cara de payaso que pones a la vuelta de la esquina... Por un día no se va a acabar el mundo... Podrás pensar en eso cuando te metas en la cama... Hoy vas a dedicar el día a hacer cosas imposibles... Tan imposibles que al cabo del día te quedarás con la sensación de que la vida es un cuento en el que el lobo es el primero en decir... "Buenos días princesa" y nadie está dispuesto a aguar ninguna fiesta...
Así que... hoy... vas a dedicar el día a hacer cosas imposibles...
Soy aire
Algo así como oxígeno y nitrógeno
Delicada, fina y etérea
Mis hermanos son frío y calor
Mis padres agua y fuego
Soy humo blanco y vapor fresco
Algo que vuela por ahí...
A algún lugar que no es este
Estoy al servicio de los mundanos
Sin que mi existencia sea molesta...
Ni mi presencia aparente
Soy fuerte en los momentos complicados
Soy la que mueve los molinos de viento...
La que enseña a volar a las gaviotas... fuertes e indómitas
El viento que te hace llorar...
La brisa que te hace sonreír...
Un trocito de vida que debería merecer la pena
Soy la palabra que nunca pronunciarás...
El sentimiento que nunca expresarás...
Los defectos que intentarás ocultar...
Solo eso...
Hablo con el viento
Lloro con la lluvia
Lanzo gritos de guerra con las tormentas
Camino hacia delante con el astro rey
Soy algo así como aire
Oxígeno, nitrógeno y argón
Como en la canción de Ana
Y en la consciencia inconsciente
Estoy en todas partes
Me entrego a todo... a ti... a todos...
Sin que nadie lo sepa...
Ni me vea ni me sienta cerca...
Como algo esencial...
Delicado...
Fino o etéreo...
Como lo es el aire...
Tan solo el aire que respiras...
Algo así como oxígeno y nitrógeno
Delicada, fina y etérea
Mis hermanos son frío y calor
Mis padres agua y fuego
Soy humo blanco y vapor fresco
Algo que vuela por ahí...
A algún lugar que no es este
Estoy al servicio de los mundanos
Sin que mi existencia sea molesta...
Ni mi presencia aparente
Soy fuerte en los momentos complicados
Soy la que mueve los molinos de viento...
La que enseña a volar a las gaviotas... fuertes e indómitas
El viento que te hace llorar...
La brisa que te hace sonreír...
Un trocito de vida que debería merecer la pena
Soy la palabra que nunca pronunciarás...
El sentimiento que nunca expresarás...
Los defectos que intentarás ocultar...
Solo eso...
Hablo con el viento
Lloro con la lluvia
Lanzo gritos de guerra con las tormentas
Camino hacia delante con el astro rey
Soy algo así como aire
Oxígeno, nitrógeno y argón
Como en la canción de Ana
Y en la consciencia inconsciente
Estoy en todas partes
Me entrego a todo... a ti... a todos...
Sin que nadie lo sepa...
Ni me vea ni me sienta cerca...
Como algo esencial...
Delicado...
Fino o etéreo...
Como lo es el aire...
Tan solo el aire que respiras...
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